Esta “mención honorífica” a los perros policías surgió en el año 2015, hasta esta fecha inexistente. Dicha mención está destinada a los perros del cuerpo con una trayectoria operativa singular.
Pero esta mención o reconocimiento al ”mejor amigo del hombre” viene derivada de muchos años atrás. Tenemos que remontarnos al año 2005.
Pretto era un Labrador Retriever que fue asesinado por un grupo anarquista, donde él entregó su vida para proteger a los demás.
Este “compañero” pertenecía a la Unidad Canina de la Policía Nacional de Barcelona, y era experto en la detección de explosivos, y según cuentan lo venía haciendo de una forma impecable hasta el día de su asesinato, el 12 de julio de 2005.
Esa mañana, una empleada del Instituto Italiano de Cultura de Barcelona dio aviso a la Policía Nacional, ya que había encontrado un bulto sospechoso en la puerta de la institución. El bulto en sí se trataba de una cafetera abandonada que le resultó peculiarmente extraña y su intuición, le llevó a llamar a la policía sin tocar nada. Es lo que hay que hacer en cualquiera de los casos.
En una primera instancia se decidió acordonar la zona, acción que realizó seguridad ciudadana y se tomaron, seguidamente las medidas oportunas para considerar la cafetera como lo que finalmente resultó ser, un explosivo.
Aquí tomo el protagonismo, nuestro ya mencionado Pretto. Fue su última misión.
El guía de Pretto recibió la información que se conocía y sacó del vehículo a su inseparable amigo; Pretto tenía que confirmar o descartar si aquella cafetera resultaba ser o no un explosivo.
Su guía, a una distancia suficientemente prudencial, le marcó el bulto a inspeccionar y él lo supo rápidamente. Había explosivo.
Una vez detectado, los perros tienen marcadas las directrices, de no tocar el elemento que lo contenga. Son entrenados para ello y así no sufrir ningún daño. La cuestión es que este tipo de artefacto, normalmente, suelen tener temporizadores, lo que hace que todo cobre aún más importancia.
Pretto marcó la localización de explosivo dentro de la cafetera y en ese momento justo explotó. La malicia de este acto materializada en una bomba lanzó por los aires a Pretto y acabó con su vida. Su guía, que le acompañaba a unos metros, resultó herido físicamente por la onda expansiva. También fue herido psicológicamente, al ver con sus propios ojos la muerte de su fiel compañero de trabajo.
Pretto evitó la muerte de personas, y es por esto por lo que hoy en día es bien reconocido el trabajo de muchos perros policías que acompañan a nuestro Cuerpo Nacional de Policía en las labores diarias, detención de personas, detección de explosivos, drogas, dinero entre otras muchas tareas.
Si quieres saber más sobre el Cuerpo de Policía Nacional te informaremos encantados.
Fuente de la noticia: https://unpolicia.es/la-muerte-de-un-heroe-de-4-patas/