Una de las pruebas más comunes en las oposiciones nacionales es el examen tipo test. Y aunque sabemos que la mejor estrategia para superar con éxito esa prueba es estudiar mucho y llevar controlado el temario. No podemos evitar plantearnos las siguientes cuestiones que son comunes a casi la totalidad de los opositores:
¿Cómo evitar los fallos en la prueba tipo test debidos a la falta de atención en la lectura?,
¿Y los debidos a exceso de seguridad?
¿Por qué a veces no se puede evitar el contestar a las preguntas de las que no se tiene ni idea siendo conscientes de que si fallamos nos restan en la puntuación global?
¿Cómo agilizar la lectura para que el factor tiempo deje de ser un problema?
Cómo podríamos maximizar el éxito:
- Entrenar con exámenes tipo test. Usando el mismo número de preguntas y el mismo tiempo que se utilizaría en la prueba oficial.
- Usar plantillas de hojas de respuestas similares a las oficiales para habituarnos a contestar en la casilla correcta, y no perdernos en las huecos posibles.
- Poder elaborar estrategias para saber qué contestar primero:
- Las que tenemos seguras, porque hemos reconocido la respuesta correcta en primer lugar
- Las más breves, su lectura completa ocupa poco tiempo para marcalas, dejadlas en blanco o meterlas en segunda revisión
- No reconocibles: si la pregunta no la reconocemos, no nos suena que apareciera en el temario no la contestaríamos, solo en caso de habernos sobrado mucho tiempo y tras una lectura tranquila la opción correcta se infiriera positivamente de los conocimientos adquiridos en el temario.
- Dejando tiempo libre para el repaso de aquellas que teníamos como posible
- Repasar en la hoja que efectivamente hemos contestado a lo que queríamos contestar
- Evitar riesgos innecesarios, los fallos en este tipo de oposiciones descuentan. Así que si no conocemos la pregunta, no la entendemos o incluso el tiempo que le debemos dedicar, debido a su extensión es elevado la descartaremos para no incurrir en un error.